El Estrecho

Introducción:

El atún es un magnífico nómada que realiza miles de kilómetros cada año, por lo que su cuerpo ha adquirido una capacidad hidrodinámica extraordinaria, convertido, junto con el pez espada en uno de los nadadores más rápidos del mundo. [atunes en emigración] Anualmente, en primavera, tiene una cita en el Estrecho de Gibraltar buscando las calientes aguas del Mediterráneo donde depositará los millones de huevos de la freza, de los que, normalmente, sólo dos crías llegarán al estado adulto. Cada año desde el Neolítico se encuentra con la trampa mortal de la almadraba. Las primeras en la entrada atlántica del Estrecho, a las que seguirán algunas más a lo largo del Mediterráneo. Esto originó unos nucleos de población en las costas gaditanas como: Carteia, Julia Traducta, Mellaria, Baelo Claudia, Baessipo y Gadir (Cádiz), gran parte de las poblaciones actuales tienen el mismo origen, tales como Barbate, Conil y la mismísima Zahara de los Atunes.

El Estrecho de Gibraltar y el atún:

El Estrecho de Gibraltar simboliza la unión de dos mares y dos continentes, punto de entrada de las civilizaciones mediterráneas; las columnas de Hércules (Calpe y Abila) eran el confín del mundo conocido, aquí se desarrollaron las civilizaciones tartésica, fenicia cartaginesa, romana, árabe y cristiana, todas han dejado su huella. El clima de la zona acompaña en su delimitación, por estar situado entre dos continentes y entre dos masas de agua de naturaleza bien diferente determina el cruce de la corriente atlántica superficial y templada con la mediterránea profunda y fría. Estas corrientes se distribuyen en ramales en los dos lados del Estrecho y constituyen rutas que utilizan numerosos organismos vivos. Así la luz, la salinidad, la temperatura, incluso la velocidad de las corrientes determinan en que época del año se va a producir un desplazamaiento de las poblaciones de animales que viven en la zona. Dos puntos son fundamentales en la importancia de la riqueza piscícola del Estrecho. De un lado el hecho de que numerosas especies del Atlántico tengan su puesta en el Mediterráneo. Entre éstos podemos destacar el atún, la melva ó la bacoreta, así como escómbridos como la caballa ó congridos como el congrio. A la inversa, las especies que salen del Mediterráneo para frezar son, entre otros, las anguilas y los peces espada. 

Luego están los que lo hacen de una manera mixta, es decir, trasiegan del Atlántico al Mediterráneo y viceversa. Lo que determina su desplazamiento no está claramente establecido. Entre estos peces destacan el marrajo, el cazón, el peregrino ó el jaquetón, así como la sardina, el boquerón, los jureles y la corvina. El otro punto que le da al estrecho su privilegio en cuanto zona única, es el "efecto embudo", que obliga a las poblaciones viajeras a un área limitada. Por esto la dispersión que puedan presentar los cardúmenes en mar abierto quedan invertidas al paso por el Estrecho. Incluso si los peces se encuentran dispersos por el Mediterráneo y el Atlántico, el "efecto embudo" del Estrecho cambia esta situación, ya que los reagrupa en el centro. Sin embargo las puertas de entrada occidentales (Bahía marroquí) y oriental (Mar de Alborán) también sienten sus efectos. Estos dos puntos característicos del Estrecho hacen que el recurso pesquero no falte en todo el año, lo que permite el establecimiento de una actividad económica permanente. Por ésto no es de extrañar que las poblaciones asentadas en las costas atlántico-mediterráneas susbistieron sin problemas, debido, entre otras cosas, a que supieron desarrollar una tecnología pesquera, así como mantener unos niveles demográficos de las pesquerías.

La ruta migratoria del Estrecho:

El atún que viene del circulo polar Ártico y de las costas de Noruega, engordado, por haberse alimentado durante el invierno de ingentes cantidades de arenques y pequeños peces, pasa en primavera a las aguas cálidas del Mediterráneo, buscando el desove.  [cuerpo del atún] Estas aguas lo facilitan por su elevada temperatura, salinidad y corrientes, que facilitan la fertilización de los huevos. Una vez realizada la puesta de huevos ó desove vuelven al Atlántico mucho más delgados. Estas migraciones , llamadas Gaméticas ( Del Atlántico al Mediterraneo ) y postreproductoras seguidas por los atunes rojos, siguen las líneas de flujo de las corrientes atlánticas al entrar en la bahía marroquí, y bifurcándose posteriormente en el Mar de Alborán con su torbellino anticiclónico.

Las postreproductoras costean hacia el Atlántico valiéndose de las contracorrientes costeras que se oponen a la linea principal de flujo Oeste-Este. 
Fueron descritas por Agustín de Horozco en el siglo XVI: "...Esta pesquería se hace desde el día de San marcos (25 de Marzo) hasta el día de San Pedro (30 de Junio), siendo tan puntuales los atunes en venir por este tiempo que casi lo tienen por naturaleza". Cuenta Horozco que "los Atunes bajan de Noruega buscando la gran corriente de Estrecho de Gibraltar para desovar en ella, llegando hasta Sicilia y Constantinopla" . El retorno también es descrito por Pedro de Medina en el siglo XVI: "Toman con sus crías y generación por el mismo mar Oceánico por donde vinieron ; y esto lo hacen sin que ningún año haya falta en su venida". Observa "que cuando los atunes vienen, son gordos y su pescado de buen sabor, y luego que han desovado se paran muy flacos y tales que su pescado no es de comer". En cuanrto su número, ambos autores reparan también ela enorme cantidad de atunes que llegan a estas costas. Horozco dice que su número parece infinito. Medina, sin embargo, comenta que "vienen por la mar a manadas como puercos, de mil juntos y de dos mil, y de más y de menos".

 

Otras rutas migratorias:

En América, la puesta se realiza entre el norte de Cuba y el suroeste de Florida, en aguas del canal de las Bahamas, a la entrada del Golfo de México. En el Mediterráneo, las zonas de puesta de huevos, la eclosión y el crecimiento de las larvas se concentran en las costas del levante español, alrededor de las islas Baleares, Córcega y Cerdeña y el litoral de la península italiana, en las mares Tirreneo y Adriático, y algunos puntos de la costa norteafricana. La migración que realizan los atunes jóvenes, menores de un año, está limitada a aguas cercanas a las que nacieron, llegando en el caso del Mediterráneo al litoral del Medio Oriente, costas africanas, e incluso se adentran en el Mar Negro, para empezar a salir, pasado el año, al Atlántico por el Estrecho de Gibraltar.
Los atunes jóvenes de entre uno y cuatro años salen al Atlántico, subiendo al norte hasta aguas superiores de las costas de Irlanda, y al sur bordean el litoral marroquí. Cuando son mayores de cuatro años y están preparados para la reproducción, migran por todo el Atlántico medridional, desde la costa europea a la costa americana y viceversa, realizando anualmente el desove en lugares y fechas acostumbradas. No debemos olvidar otros atunes de gran importancia que se distribuyen geográficamente en aguas del Océano Pacífico, son el atún rojo del Pacífico norte, que migra entre la costa oeste de Norteamérica y las aguas de Japón; y el atún rojo del Pacífico sur, que se mueve en círculos en el sureste de Australia.


Autor: José Gómez Martínez ©


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